sábado, 29 de mayo de 2010

Triunfo. Sorpresas y un mayor de edad (cuento 3)

El lacito del cuello me apretaba. Como los pantalones eran prestados me quedaban un poco cortos, y ni hablar de los zapatos, eran de días de elegancia, los de bodas, primeras comuniones y demás menesteres familiares. Mi tía Julia me a había hecho la segunda para trabajar aquí como mesonero (estos tigres no caen nada mal, además de unos realitos extra). El triunfo de la revolución ameritaba una fiesta a lo grande. Nuestro presidente había vencido y la celebración se escuchaba por todo el país.

Salió la primera bandeja de tequeños, la gente se volvió como loca… No me quedó ni uno. Empezaron a salir las botellas de whisky mayor de edad, yo debía aprovechar, muy pocas veces en la vida se tenía la oportunidad de tomar esta exquisitez. ¡Y gratis! Así vinieron uno tras otro. Nadie se daba cuenta que me estaba cayendo a curdita.

En una de esas salidas apresuradas de la cocina vi una movida extraña. Un grupo de hombres fuertemente armados entraron por la puerta trasera. Pensé que eran los Tupa -Siempre con sus apariciones sensacionales para apoyar al presidente-. Seguí mi ronda. Ya estaba más alegre, el lacito del cuello me lo había quitado -me apretaba mucho- y tenía los ojitos brillantes.

De repente un griterío me asustó, escuché: “Todo el mundo al suelo”. Justamente después levante la mirada y yo era el único que estaba de pie. Me lancé, eso si, sin dejar caer mi vaso (borracho que respeta no tumba un 18 años). Los hombres que había visto en la cocina no eran de los Tupa. Eran unos supuestos paramilitares de derecha que quería matar al presidente de una vez por todas.

De verdad no me inquieté por mi comandante. Había escucho que tenía como diez escoltas que eran capaces de morir por el, además, ¡Es Chávez!. Todo el mundo lo defendería a muerte. Me escurrí hacia la cocina, antes de poder salir vi tres botellas de 18 años y no dude. A mi compadre le iba a gustar tomarse unos palitos de esta ricura jugando domino.

1 comentario:

  1. Que trabajo tan genial Valen!! Una historia que muchos queremos que se haga realidad. Sigue así. un beso.

    Sara

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